Continuidad básica de la ocupación militar
De nuevo en el poder, Vásquez dio muestra de su pragmatismo político al declinar sus anteriores convicciones nacionales y disponerse de acuerdo con el legado dejado por la Infantería de marina.
Tomó empréstito en el exterior por varios millones para financiar las obras públicas, siguiendo las concepciones trazadas por los norteamericanos.
El país vivió, además, una nueva coyuntura de precio altos hasta 1928, lo que permitió que algunos funcionarios cercanos al presidente se beneficiara de la corrección administrativa, que había sido fuerte mente ampliada por los ocupante del gobierno de norteamericano.
El presidente, ciertamente, no era un corrupto, pero estaba apegado a toda costa al poder, por lo que debió calcular que la corrupción de personero cercano favorecía sus planes.
Sin embargo, aunque se representaron las libertades públicas más importantes, el régimen acudió a medida ilegales, como la prolongación del período de presidencia dos años más, en 1928, so pretexto de que el 12 de julio de 1924 estaba en vigencia la constitución de 1908 que estipulaba períodos de 6 años.
El Ejército Nacional, principal órgano del Estado dejado por los ocupantes, constituía una espada de Damocles sobre el país, pues al haber sido desarmada la población no tenía contrapeso alguno.
Medidas correctivas
A pesar de los expuestos, el régimen de Vásquez tomó algunas iniciativas que denotaban su interés en introducir medidas correctivas a la política extrema de apertura al exterior que habían impuesto los norteamericanos.
Se promulgaron las leyes 190 y 278 que fijaban impuesto interno a muchos renglones de importación eludiendo los cambios arancelarios prohibidos por la conversión.
Aunque lo que buscaba era incrementar los ingresos gubernamentales esto impuesto permitieron un nivel de protección a las manufacturas nacionales y a los productos de los campesinos para el mercado interno.
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